Versos
- Hebreos :
- La fuente de la salvación eterna
Es él quien, en los días de su carne, habiendo presentado oraciones y súplicas con fuertes gritos y lágrimas a quien podía salvarle de la muerte, y habiendo sido escuchado por su piedad, aprendió la obediencia en las cosas que sufría, aunque era un Hijo, y quien, después de haber sido educado a la perfección, se convirtió en el autor de la salvación eterna para todos aquellos que le obedecen, habiendo Dios declarado que era un sumo sacerdote según el orden de Melquisedec. 
heb 5: 7-10
- El hombre está destinado a morir una vez
Y así como está reservado a los hombres morir una vez, después de lo cual viene el juicio, así Cristo, que una vez se ofreció a sí mismo para llevar los pecados de muchos, aparecerá sin pecado una segunda vez a los que le esperan para su salvación. 
Heb 9: 27, 28
- Una gran salvación
- Por lo tanto, tenemos que aferrarnos más a las cosas que hemos oído, para no dejarnos llevar por ellas. Porque si la palabra dicha por los ángeles ha tenido su efecto, y si toda transgresión y desobediencia ha recibido una justa recompensa, ¿cómo podemos escapar de descuidar una salvación tan grande, que fue hablada primero por el Señor y confirmada a nosotros por los que la escucharon, con Dios respaldando su testimonio con señales y prodigios y diversos milagros, y con los dones del Espíritu Santo distribuidos según su voluntad? Heb 2: 1 - 4
- La Palabra de Dios
- Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, más cortante que cualquier espada de dos filos, y penetra hasta la división del alma y el espíritu, las articulaciones y los tuétanos, y juzga los sentimientos y pensamientos del corazón. Ninguna criatura se le oculta, pero todo está desnudo y abierto a los ojos de Aquel a quien debemos rendir cuentas. Heb 4: 12,13
- Por la fe
- La fe es una firme garantía de las cosas que esperamos, una demostración de las cosas que no vemos. Por haberla poseído, los antiguos obtuvieron un testimonio favorable. Es por la fe que reconocemos que el mundo fue formado por la palabra de Dios, de modo que lo que vemos no fue hecho de cosas visibles. Porque sin fe es imposible ser agradable a Dios; pues el que se acerca a Dios debe creer que Dios es, y que es galardonador de los que le buscan. Heb 11: 1-3,6