Versos
- Mateo:
- Una mujer toca el dobladillo de su túnica
Y he aquí que una mujer que había estado sangrando durante doce años se acercó por detrás y tocó el borde de su ropa. Porque ella dijo dentro de sí misma: "Si tan sólo pudiera tocar su ropa, me curaría". Y Jesús se volvió y dijo: "Ten ánimo, hija mía. Tu fe te ha hecho bien". Y esa mujer fue curada en esa misma hora. Mat 9: 20 - 22
- Multiplicación de los panes
Al atardecer, los discípulos se acercaron a él y le dijeron: "Este lugar está desierto y ya es temprano; despide a la gente para que vayan a las aldeas a comprar comida". Respondió Jesús y les dijo: No tienen por qué irse; dadles vosotros mismos de comer. Pero le dijeron: "Aquí sólo tenemos cinco panes y dos peces". Y dijo: Tráiganmelos. "Hizo sentar a la gente en la hierba, tomó los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, dio gracias. Luego partió los panes y se los dio a los discípulos, que los distribuyeron a la multitud. Y todos comieron y se llenaron, y tomaron doce canastas llenas de los pedazos restantes. Los que habían comido eran unos cinco mil hombres, sin incluir mujeres y niños. Mat 14: 15 - 21
- El tesoro del mal
Pero lo que sale de la boca viene del corazón, y eso es lo que contamina al hombre. Porque del corazón salen los malos pensamientos, el asesinato, el adulterio, la fornicación, el robo, el falso testimonio, la calumnia.
Mat 15: 18, 19
- Muchos son sanados por Jesús
Jesús dejó este lugar y vino al Mar de Galilea. Subió a la montaña y se sentó. Entonces se acercó a Él una gran multitud, teniendo con ellos cojos, ciegos, mudos, mutilados y muchos enfermos. Los pusieron a sus pies y él los sanó, de modo que la multitud se asombró de que los mudos hablaran, los lisiados fueran sanados, los cojos caminaran, los ciegos vieran, y glorificaran al Dios de Israel. Mat 15: 29 - 31
- El pece
Pero, para no ofenderlos, ve al mar, lanza el anzuelo y saca el primer pez que venga; abre la boca y encontrarás una moneda . Tómalo y dáselo por mí y por ti. Mat 17: 27
- La higuera se marchita
Por la mañana, en su camino de regreso a la ciudad, tenía hambre. Viendo una higuera en el camino, se acercó a ella; pero no encontró nada más que hojas en ella, y le dijo: "¡Que no nazca fruto de ti! "E inmediatamente la higuera se marchitó. Mat 21: 18, 19